¿Sobre qué pilares se construye el futuro del trabajo?
Robotización, formación y tiempo-espacio se perfilan como las tres claves fundamentales en la reconfiguración del empleo del siglo XXI.
ROBOTIZACIÓN
Una de las principales cuestiones que surge en el debate sobre el futuro del trabajo, ante la rampante presencia de las tecnologías digitales y la inteligencia artificial, es que las máquinas puedan realizar el trabajo que hasta ahora desempeñaban las personas, despla - zándolas. Pero si algo empieza a quedar claro es que la tecnología no va a acabar con el empleo. De hecho, todo apunta a que su reconfiguración creará nuevos puestos de trabajo que a día de hoy ni existen todavía. El futuro laboral es un entorno híbrido en el que máquinas y personas van a convivir, con el objetivo de alcanzar una mayor producti - vidad y eficiencia. Una simbiosis en la que se complementará la actividad mecánica y digital con las destrezas exclusivamente humanas; es decir, la capacidad de reflexionar, razonar y comprender que permite analizar una situa - ción y aportar una opinión o una solución. En esta transición digital, hay una máxima que no se puede perder de vista: con el fin último del mejor desarrollo de la humanidad, las máquinas y la tecnología deben comple - mentar a las personas y no al revés.
FORMACIÓN
El imparable avance de la robotización, la automatización y la inteligencia artificial apli - cada a los sistemas productivos y laborales requieren una educación y una formación con un mayor peso en el plano tecnológico. Pero, para formar empleados con habilidades y destrezas tecnológicas aptas para el futuro del trabajo que se avecina, es necesario empezar a educar en las aulas tanto escolares como universitarias. El mundo empresarial está asumiendo que tiene que invertir en ese continuo aprendi - zaje de habilidades que permiten desarrollar una fuerza laboral adaptable a las nuevas demandas de mercado (skilling). De cara a la formación de sus empleados, los programas corporativos que ofrecen a toda la plantilla la oportunidad de aprender nuevas habilidades y desarrollar una carrera diferente a la actual se perfilan como una de las mejores medidas. Junto a las empresas, los gobiernos y admi - nistraciones públicas son otra palanca de cambio fundamental para avanzar en educa - ción, motivo por el cual hace falta diseñar una estrategia pública. Hay muchos aspectos que mejorar, pero una de las claves fundamentales es adaptar la oferta formativa a las realidades y necesidades empresariales. Un desafío que implica un esfuerzo generacional en el que hay que tener en cuenta a las nuevas genera - ciones, pero también a los más mayores.
TIEMPO-ESPACIO
La presencia del teletrabajo es una tendencia
cada vez más común en el mundo empresa
-
rial. Esto hace que, con más frecuencia, los
empleados demanden una mayor soberanía
sobre su tiempo y su espacio, lo que se perfila
como uno de los retos fundamentales a los
que se enfrenta el futuro del trabajo. Pero
hay que tener cuidado, ya que el trabajo en
remoto puede tornarse una herramienta
deshumanizadora al sacar al empleado de un
contexto de humanización colectiva. Y es que
no se puede olvidar que el centro de trabajo -como espacio físico- sigue siendo algo
importante, ya que la presencialidad refuerza
el vínculo del trabajador con la empresa,
permitiéndole experimentar mejor los valores
y la cultura corporativa.
Al mismo tiempo, los trabajadores demandan
una mejor gestión del tiempo en el trabajo
que les permita conciliar su vida personal y
profesional. La flexibilidad y la conciliación se
alzan como dos piezas clave para una gestión
empresarial eficaz e inteligente. Uno de los
objetivos debe ser crear trabajos y entornos
laborales lo más humanos posibles, para lo
cual es necesario poner al trabajador en el
centro de todas las políticas corporativas.
La digitalización y las nuevas tecnologías
permiten una conectividad que, bien usada,
puede ayudar a las personas a tener tanto un
trabajo como una vida más fácil y mejor.
Fuente: Ethic