Aprender a pensar por ti mismo...
El genial Edward de Bono comienza su libro con la siguiente introducción para explicar la importancia de entrenar el pensamiento y la conexión que esto tiene con nuestros valores personales;
Pensar ¿Por qué?
Respiro. Ando. Hablo. Pienso.
No tengo que pensar en estas cosas, entonces, ¿por qué he de pensar en pensar?
Pensar es algo natural. Aprendes a hacerlo sobre la marcha. Las personas inteligentes
pueden pensar sin tener que aprender a hacerlo. Otras no pueden, hagan lo que hagan.
¿Cuál es el problema?
Porque…
Porque pensar es la cualidad humana por excelencia. Porque la habilidad para pensar determina nuestra felicidad y éxito en la vida. Porque necesitamos pensar para hacer planes, tomar iniciativas, resolver problemas, abrirnos a las oportunidades y diseñar nuestro camino hacia adelante. Porque sin la habilidad de pensar somos como un corcho flotando en una corriente, sin control sobre nuestro destino. Porque pensar es divertido y se puede disfrutar con ello si aprendemos cómo hacerlo.
Porque el pensamiento y la inteligencia son dos cosas bastante distintas. La
inteligencia es como los caballos de potencia de un coche. Pensar es como la habilidad
del conductor. Hay muchas personas muy inteligentes que no son buenas pensadoras y
quedan atrapadas en la «trampa de la inteligencia». Hay muchas personas menos
inteligentes que han desarrollado un alto grado de capacidad de pensamiento.
Porque pensar es una habilidad que se puede aprender, practicar y desarrollar. Pero
hemos de querer desarrollarla. Para montar en bicicleta o conducir un coche es necesario
aprender.
Porque la educación tradicional en la escuela y la universidad sólo enseña un
aspecto del pensamiento.
¿Qué hay respecto a los sentimientos y valores?
Se puede pensar que los sentimientos y valores son lo más importante en la vida, y
es cierto.
Por ello pensar es tan importante.
El propósito de pensar es llevarte a los valores que buscas del mismo modo que la
función de la bicicleta es conducirte a donde desees ir. Una bicicleta emplea menos
energía, te lleva más rápido y te permite ir mucho más lejos. El pensamiento te ayuda a
disfrutar de tus valores de forma más eficaz
Estás encerrado en una habitación. Deseas salir de ella desesperadamente. Quieres
libertad. Tus sentimientos son muy fuertes. ¿Qué es más útil, este intenso sentimiento o
una llave para la cerradura?
Los sentimientos sin los medios para llevarlos a cabo no sirven de mucho. Por otra
parte, la llave sin el deseo de abandonar la habitación tampoco es de gran valor.
Necesitamos los valores, los sentimientos y los pensamientos. El sentimiento no
puede sustituir al pensamiento. El pensamiento sin valores no tiene sentido. Los valores y los sentimientos son igualmente
importantes, pero insuficientes sin el pensamiento.
Fuente: Edward de Bono - Aprender a pensar por ti mismo.